Algunas de los factores que van a jugar un papel importante en la implicación de los padres:
- Momento en el que han recibido el diagnóstico. En el caso en que sea reciente, es importante cuidar el momento, la forma y el contenido que se va a transmitir a la familiar. Además de dar información, es importante el asesoramiento y convertirse en un recurso de apoyo y colaboración con ella. Si el diagnóstico ya era conocido, es importante también saber en qué punto se encuentran en el proceso de asimilación de la noticia. Todas las familias, en mayor o menor grado, pasan por una serie de fases, todas ellas necesarias pero que es importante que lleguen a aceptar lo que ocurre. En este sentido entonces es importante saber en qué punto estan y ayudarles a seguir avanzando en la asimilación de la noticia. En algunos casos, han podido pasar años del diagnóstico y los padres se encuentran en una fase de negación que impide no sólo que se impliquen sino que interfieren en las ayuda que desde las diferentes entidades se les ofrece.
-Conocer bien en qué consiste el TDAH. No se puede actuar correctamente sobre algo que no se entiende o se desconoce. En nuestro caso, desde el centro escolar debemos ofrecer, junto con el neuropediatra o profesional que lo atienda, de la información necesaria para comprendan qué es el TDAH y como éste es una característica peculiar más que va a tener su hijo.
-Asesorarles. En este punto por el contacto diario que tienen los padres con el centro, el entorno educativo se convierte en un punto clave. Ellos pueden saber muy bien qué le ocurre a su hijo pero no saber cómo ayudarle y es aquí donde el centro además de trabajar con el niño, también debe trabajar con la familia mediante su asesoramiento en las cuestiones y dudas que van a surgir en el día a día. También para obtener información en ambos sentidos, tanto de cambio de tratamientos, nuevas dificultades, avances, etc. Para ello es imprescindible crear un clima de confianza y comunicación. En este punto la agenda, los sistemas de comunicación internos que suele haber en los centros con los padres (en el caso de La Rioja, Racima), la recogida o llegada del alumno al centro, etc. se convierten en instrumentos de comunicación, pero lo más importante es facilitar la comunicación con el otro.
A veces nos quedamos en informar de qué es lo que hay que hacer y nos olvidamos del cómo. La familia son personas que, en principio, no tienen ningún tipo de formación al respecto, de ahí la importanta de asesorarles porque además no podemos olvidar que son los principales agentes en el desarrollo de los niños.
- Mantener una fluida y constante comunicación con los diferentes profesionales que trabajan tanto con el niño como con la familia. Si todos trabajamos en la misma dirección, es mucho más sencillo que la familia se implique y se rentabilicen los esfuerzos de todos.
